Los niños son como unas esponjitas cuando de estímulos se trata; absorben toooodoo. El poder sentir la música ejerce en ellos una influencia muy poderosa y positiva. Por cierto los adultos tampoco nos quedamos atrás con estos beneficios.
A las madres y padres siempre les recuerdo que la música representa un papel muy importante en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los niños. Siempre y cuando sea vista como un juego, no como una obligación. También hay que saber elegir la música idónea para cada momento.
Hoy quiero repasar con ustedes 10 de los miles de beneficios que tiene la música en los más pequeños y grandes de la casa:
- Mejora la capacidad de memoria, de atención y de concentración.
Es una manera de expresarse e incluso con la música la expresión corporal se ve más est Les hace más sociables, ya que la música brinda la oportunidad para que los niños interactúen entre sí y con los adultos. imulada.
- Introduce los sonidos y significados de las palabras, fortalece el aprendizaje y contribuye a mejorar su lenguaje, pues por ejemplo las letras de las canciones, además de favorecer su discriminación auditiva, enriquecen su vocabulario.
- Les hace más sociables, ya que la música brinda la oportunidad para que los niños interactúen entre sí y con los adultos.
- Desarrolla la creatividad y estimula la imaginación infantil, puesto que la música estimula el área derecha del cerebro, mejorando así la capacidad para realizar cualquier otra actividad artística.
- Al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio, y el desarrollo muscular de los niños. El adaptar su movimiento corporal a los ritmos, contribuye a potenciar el control rítmico de su cuerpo y mejorar su coordinación.
- Mejora la autoestima y la percepción de sí mismo.
- Estimula el desarrollo integral del niño, al actuar sobre todas las áreas del desarrollo.
- Ayuda a establecer rutinas, sentando así las bases de una futura disciplina, creando asociaciones entre la música y determinadas actividades.
Y sobre todo los enseña a ser mejores seres humanos, más sensibles, más emocionales, más compasivos con el mundo que los rodea. Formando así hombres y mujeres únicos y valiosos.