A las madres siempre les digo lo beneficioso que es cantarle a sus bebés, y no importa que no sepan cantar; con una voz cálida, suave y positiva es más que suficiente para conectar con ellos.
Los bebés son los seres más receptivos del mundo. Necesitan caricias, afectos y sobre todo “palabras”. Está demostrado que cada cosa que bebé escuche va a dejar una huella imborrable en su cerebro.
A los bebés hay que hablarles mucho cara a cara, cantarles, susurrarles, contarles cuentos, historias. Aunque no descifran las palabras, son hábiles traductores de las emociones y gestos.
Quien crea que hablarle a un recién nacido es una tontería, no solo está equivocado, sino que además frena el proceso comunicativo de un niño
En mi experiencia, los momentos más idóneos para conectar con mis hijos, a través de la música y la palabra, son durante las rutinas:
- La lactancia para mi es el momento más hermosos, mágico y significativo para cantarles. La conexión es infinita.
- Mientras le cambio el pañal, al vestirlo o desvestirlo.
- Los momentos del baño son instantes fabulosos ya que se muestran muy receptivos a mi voz y a mis gestos.
- Al momento de ir a dormir.
- Con solo que bebé sonría, habremos dejado una huella más de positividad y amor en su cerebro.
NO PUEDES OLVIDAR:
- La comunicación con un bebé debe reforzarse con gestos y un tono de voz adecuado.
- sonreír siempre mientras le hablas, buscando en todo momento su mirada.
- Cuando le hables a tu bebé, recuerda también establecer pequeños tiempos de respuesta. Espera a que él reaccione, a través de sonidos, gestos, acentuando así los turnos de palabra.
- Recuerda que los bebés también tienen su propio proceso comunicativo a través de gestos, muecas, sonidos. Una manera de reforzar el lenguaje es imitándolos, haciéndoles ver que entendemos y que lo que dice y hace es importante.
Nuestros hijos nos necesitan para entender el mundo a través de una voz cálida, que le demuestra siempre y en cada momento afecto y amor infinito.