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Elijo bien la música para mi bebé?

Esta pregunta tiene muchísimo que ver con las emociones. La música puede relajar, exaltar, estimular a tu bebé.  Por ello es necesario escuchar la adecuada y que le ayudes a interpretarla.

HAY QUE ELEGIR BIEN

Toda la música clásica sirve para relajar? La respuesta es un rotundo NO, y menos en el caso de los bebés. Si quieres calmar a tu bebé cundo está llorando o ayudarlo a conciliar el sueño, TIENES QUE ELEGIR BIEN:

    • Para que una pieza musical tenga un efecto tranquilizador en tu hijo, tiene que llevar un ritmo lento y simplificada en instrumentos. Cuanto más sencilla sea la melodía, más le llega al bebé y más fácil será que funcione.
    • Es importantísimo que la melodía a elegir conecte primero contigo, con la madre. Si por ejemplo, no te gusta la música clásica y no te relaja, será imposible que puedas transmitirle algo al bebé.
    • Se dice que Vivaldi, Bach, Mozart, Brahms (Compositores del período barroco y clásico) son los más recomendados para relajar al bebé. OJO hay que tener muuuucho cuidado con esta afirmación. NO todas la obras de estos autores  sirven para nuestros bebes; incluso, tampoco serviría una obra completa. Se trata de escoger dentro de las obras movimientos concretos con tempos lentos y sonoridades sencillas.
    • Hay una gran variedad de música de los clásicos de  pop, rock, reggae, etc, versionada para bebés. Los temas siguen siendo reconocidos con sonidos más agudos y un tempo más lento.

 

  • Las nanas y canciones de cunas son apoyo indispensable y de gran ayuda para tranquilizar a los recién nacidos y durante muchísimo tiempo más.
  • EL MÁS IMPORTANTE , la música ayuda en el desarrollo cognitivo, emocional, expresivo y psicomotor del bebé, pero por si sola no logrará estos maravillosos beneficios. Hay que actuar a través de ella, usarla de “vehículo”. No la dejes sonar simplemente, acompáñala de un masaje, gestos en el rostro, movimientos de baile, y será una experiencia inolvidable.

Recuerden, la música nos ayuda a fortalecer los lazos afectivos con bebé, generando la inteligencia emocional necesaria para un futuro lleno de felicidad.

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